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UXMAL Y LA REGIÓN PUUC

La Hacienda Uxmal

Con fecha 12 de mayo de 1673 el Rey de España concedió a Lorenzo de Evia la Real Merced de 4 leguas de tierra desde los edificios de Uxmal hacia el Sur, una hacia el Oriente, una más al Poniente y finalmente una más hacia el Norte, o sea, un gran pedazo de tierra que representa 160 km2. Pero todo esto se encuentra en una región árida, despoblada y que carece de agua en la superficie del terreno, como es toda la región Puuc, o como decimos en términos modernos, en esa época era casi el fin del mundo, por no decir un lugar alejado de la modernidad.

El Rey no estaba enterado de los compromisos adquiridos por el Representante de la Corona en Yucatán, ya que la Corona había adjudicado estas mismas tierras a un soldado maya de nombre Juan Can, quién aparentemente formó parte del ejército de los xiús quienes fueron aliados de los españoles durante la conquista de Yucatán.

Para hacer corto el litigio, el descendiente del soldado maya, el Sr. Juan Canul recibió la cantidad de $74 pesos y se desistió de sus derechos que tenía sobre esa inmensa región.

Los monumentos de Uxmal ya habían sido descritos desde 1586 por Fray Antonio de Ciudad Real, quien había visitado la región Puuc. A partir de este momento muchos otros visitantes describen sus experiencias: Cogolludo, Waldek, Stephens, Charnay y una larga lista.

Don Lorenzo de Evia y sus descendientes con el paso del tiempo construyeron una hacienda maicera ganadera, y agrandaron la casa, perforaron pozos de casi 70 mts de profundidad e instalaron norias para abastecer de este preciado líquido a su familia, empleados y ganado. La siembra del maíz es hasta el día de hoy en esta región de temporal, y ocupa un papel importante en la economía de la zona. Así mismo construyeron un gran corral para el control de las vacas y se establecieron ahí por generaciones.

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Lic. Rosado Espínola en Uxmal

Lic. Rosado Espínola, de cuclillas, en la Plataforma del Gobernador.

Cuando llegamos a Uxmal lo primero que vemos es la Pirámide del Adivino, majestuosa con su escalera de 119 peldaños, tan angostos que no cabe el pié al ascender la pendiente.

Cuenta la leyenda, que un mago o adivino fué un enano que construyó la pirámide en una sola noche. Aunque arqueológicamente existen cuando menos cinco estructuras unas sobre otras, y que pertenecen a diferentes periodos a lo largo de varios siglos, para la leyenda si fué una larga, larga noche.

Pero las leyendas siempre tienen algo de verdad, y decimos esto porque tiene que ser algo o alguien que fué cierto y verdadero que creó la leyenda, misma que no deja de crecer con el paso del tiempo, por eso le llamamos una leyenda.

¿Pero en verdad existió algún enano?, ¿Quién fue? ¿Qué influencia tuvo? O ¿qué poder tenía para imponerse a los señores gobernantes? Pues todo esto es difícil de responder, pero lo que sí es cierto es que en el mes de marzo de 1926 una señora americana llamada June James, cuyo esposo tenía entonces en la ciudad de Mérida una de las más grandes casas comerciales, mostró al arqueólogo dibujante Walter Lehman; una piedra de cierre de una bóveda maya y, según palabras de la señora James, la piedra provenía de un pequeño sitio de la región Puuc, llamado Sacnicté, al este de Labná. La figura representa a un enano jorobado que parece amonestar a un gran señor, con la mano alzada hacia él, el puño cerrado y el dedo índice señalándolo. Estos hombres pequeños jugaron un papel muy importante en el culto religioso, y en especial en ceremonias en las que los participantes consumían drogas alucinatorias para lograr el estado deseado.

El Ahau, Señor, que nos aparece en la misma piedra, por su parte es de talla normal, porta vestimenta y adornos de su posición de principal, y parece tener el rostro cubierto con una máscara y otros adornos. Entre el enano y este personaje principal vemos algunos objetos como blockes asentados unos sobre otros. Una pequeña porción de un tercer personaje aparece sentado en el piso. El presente comentario inspirado procede de un artículo escrito por el Gran Mayista Sir Erick S. Thompson, este trabajo acompañó al dibujo que mostramos del enano:

“La presencia de enanos como referencia en Yucatán y el sureste hasta el día de hoy está siempre relacionada con drogas alucinantes y mensajes adivinatorios. Una figura del enano aparece en el códice de Dresden.”

Pero también hasta el día de hoy la presencia de otros seres inmateriales, como los aluxes, es una constante en todo lo relacionado con el campo y la agricultura en la península de Yucatán.

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Hacia 1925 la señora Florence Willard nos narra en su libro “A Trip to Uxmal” su viaje a la capital Xiú, proporcionándonos una idea de cómo era el viaje turístico  en esa lejana época.

JJ02«Tomamos el tren para Muna, que dista unos 46 kilómetros de Mérida en la estación de ‘La Mejorada’. A nuestra llegada a esa pequeña población sufrimos gran contrariedad al saber que no había en ella hotel ni cosa parecida donde alojarnos. Felizmente las autoridades de la localidad solucionaron el problema, permitiéndonos colgar nuestras hamacas en la escuela pública.

Eduardo Gónzalez Nabté en Uxmal

Eduardo Gónzalez Nabté en Uxmal en la década de los 60’s. Tal como puede observarse, la vegetación cubría la mayor parte de la ciudad y sólo angostos senderos conducían a los monumentos.

«A las seis de la mañana del día siguiente, después del desayuno, abordamos unos destartalados automóviles en los cuales valerosamente emprendimos la segunda etapa del viaje… A poco andar comenzamos el ascenso de una baja cordillera, por un  terrible camino materialmente cubierto de tremendas piedras, que al paso de los vehículos se desprendían rodando estrepitosamente cuesta abajo, con grave peligro para los que venían a la zaga… En varias ocasiones nos vimos obligados a apearnos para empujar, porque los cansados motores parecían que iban a estallar. Al llegar el sol al cenit, apenas habíamos alcanzado la cima, pero en cambio y en justa recompensa pudimos entonces gozar del hermoso panorama de la llanura de verdeantes tonalidades, sólo interrumpidas por los puntos de color blanco brillante de lejanos edificios de las haciendas henequeneras… Al pie de las ‘Pequeñas Rocallosas’ como las llamamos al compararlas con las nuestras, destacaba la pintoresca Villa de Muna, que tiene un nombre maya que nos dijeron ser de una composición  de ‘MUNHA’… ‘AGUAS TRANQUILAS’… Tan poético nombre nos encantó, pero por más esfuerzos que hicimos ni cerca ni lejos de la villa pudimos localizar esas AGUAS TRANQUILAS.«

«Descendimos a la llanura opuesta y allá pudimos viajar a regular velocidad, más no sin abandonarnos de trecho en trecho aquellas terribles piedras que ponían a dura prueba nuestra resistencia física… Nueve horas después de nuestra salida de ‘Muna’, entrábamos a una sombreada calle con pintorescas chozas de palmas en ambos lados… Al fin terminó nuestro azaroso viaje… Estábamos ya en la histórica y señorial hacienda de ‘UXMAL’”.

Arco estilo puucDon Manuel Cirerol Sansores en su obra Ushmal (1952) dice: «En Ushmal no existe hotel donde hospedarse, por lo que el turista a pesar suyo se ve obligado a abandonar las ruinas antes del anochecer. En Ushmal no hay fonda ni expendio de bebidas refrescantes o sitio alguno donde tomar un vaso de agua y aunque parezca mentira no hay ni siquiera los servicios sanitarios públicos indispensables en lugares de esta naturaleza»… pero aunque hoy en día presumimos de adelantos como la transportación en cómodos y veloces vehículos motorizados todavía falta mucho por hacer en pro del confort que se merecen los numerosos visitantes que vienen a conocer las maravillosas ruinas mayas.

Durante las primeras décadas, los turistas caminaban entre la vegetación llena de espinos y garrapatas que se encontraban en el sitio de Uxmal, así a lo largo de la visita era frecuente encontrarse con pequeños animales cómo: osos hormigueros, armadillos, pizotes, zorros y zorrillos, etc., así como algunas serpientes de cascabel de gran tamaño y muchas iguanas que tomando el sol sobre las piedras no se inquietaban con la presencia de los visitantes. Naturalmente también había venados y otros animales mayores que venían a beber agua en lo acalchés o lagunas artificiales que rodean a Uxmal. La zona arqueológica y sus alrededores continuaron siendo milpas de los trabajadores de la hacienda y habitantes de las rancherías que durante siglos habían ocupado la región con fines agrícolas. Es después de los primeros trabajos de restauración que la mayor parte del monte bajo es cortado y los senderos son ampliados aunque todavía permanecen manchones de vegetación hasta los albores del segundo milenio, cuando el arqueólogo José Huchim continúa con sus trabajos en el Palomar, alrededor de la Casa de la Vieja, la Gran Plataforma y otros grupos del centro ceremonial.

Es Don Luis Rosado Vega quien siendo jefe de la oficina de monumentos prehispánicos en Yucatán, ejecutó los primeros trabajos en Uxmal en 1927, así mismo trabajaron en este proyecto Don Juan Martínez Hernández, Don Manuel Cirerol, Don José Erosa Peniche, Miguel Ángel Fernández , entre otros; continuando los trabajos durante una década, así, ya estando como responsable de los trabajos de Uxmal Don Manuel Cirerol Sansores, el 19 de agosto de 1937 visita la gran capital de los Xiús el presidente de la República, General Lázaro Cárdenas, quién acompañado de sus invitados quedan impresionados de la belleza de la ciudad; por lo que el presidente hace una donación directa de 10,000 pesos para que se utilicen enteramente en la restauración de la Gran Escalinata Este, que tiene 119 peldaños, y que como puede verse en las imágenes que acompañan este artículo, necesitaba ser reforzada para evitar su caída y destrucción.

Vista de la Escalinata Este de la Pirámide del Adivino de Uxmal. Es justo del otro lado de la pirámide, osea, del lado oeste que se encuentra el llamado Patio de los Pájaros, el cual desde los primeros trabajos fue reforzado parcialmente por los arqueólogos. Trabajando Don Luis Rosado Vega y su grupo, Don Pablo Mayer y César Sáenz en diferentes épocas. Es finalmente el arqueólogo José Huchim Herrera quien va a terminar con la restauración del grupo de los Pájaros.

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Así quedó finalmente restaurada la Escalinata Este de la Pirámide del Adivino, nótese la excavación hecha por los arqueólogos que condujo a un tercer templo hallado al fondo de la misma excavación. En ambos lados de la escalinata la pirámide permaneció tal como estaba (sólo se cortó la vegetación) lo que causaba todavía filtraciones al interior de la estructura. Finalmente al pie de la escalinata el Licenciado Rosado Espínola.

Casa de los Pájaros Uxmal (notar la decoración semejante al techo de una casa de paja con pájaros).

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A mediados de los años 70’s el arqueólogo Pedro Mayer trabaja en el Patio de los Pájaros; recoge, numera y pone en resguardo miles de piedras esparcidas en el patio, así encuentra 35 pájaros provenientes del edificio oeste, entre ellos guacamayas, colibríes, pavos y águilas.

Hacia 1996 el arqueólogo responsable de los trabajos en el sitio de Uxmal, José Huchim Herrera, empezó con los trabajos a fondo del llamado Grupo de los Pájaros, así durante varias temporadas restaura el edificio sur del grupo que tiene 30 metros de largo por 8 de ancho y una altura de 4 metros, su fachada está compuesta por 13 columnas.

Así mismo continúa con los trabajos emprendidos en el mismo Grupo de los Pájaros en la fachada oeste que había sido intervenida varias veces haciendo una restauración total de todo este costado del patio y dónde rescata justo sobre la fachada del cuarto No. 5 que es una escultura en piedra quecha'ac representa un personaje anciano con antifaz que asemeja una máscara del dios de la lluvia, este personaje presenta en la cara escoraciones o tatuajes, así como orejeras, y alrededor de los hombros una manta y adornos en los antebrazos. El personaje está sentado en posición de flor de lis, lleva alpargatas y se encuentra rodeado de piedras, como sentado bajo la puerta de un edificio, así la piedra superior está decorada con un bello casco con plumas mientras ambas piedras laterales o jambas están decoradas con jeroglíficos. Este Edificio Oeste es simétrico divido en dos partes por un arco de acceso.

Al restaurar el Edificio Norte de este grupo el arqueólogo se encuentra con varias sorpresas, uno de los cuartos contiene el entierro de un infante, el entierro está muy deteriorado, los huesos casi convertidos en polvo. Así mismo se encuentra 2 agujas de hueso, algunas cuentas de piedra verde, pequeños caracoles que formaban parte de un collar y una gran sorpresa al encontrar un pequeño anillo de cobre. Los objetos de metal son extremamente escasos en la región Puuc, y la presencia de este anillo podría significar la importancia del joven fallecido.

En el mismo edificio Norte, otro de los cuartos presenta una sorpresa muy agradable, como es el hallar la cocina de un conjunto, y que el día de hoy ha permitido a los arqueólogos confirmar la utilización probablemente parcial de este conjunto como habitacional. Así encuentra metates, una gruesa capa de ceniza y cerámica utilitaria.

Finalmente encuentra una gran cantidad de pedazos de cerámica procedentes de Chichén Itzá, lo que permite fechar la utilización de este conjunto también como parte del período Tolteca y los lazos que unían Chichén Itzá con Uxmal.

De sombrero y pantalones oscuros Don José Humberto Rosado Espínola frente a la Fachada Norte de la Casa de las Monjas antes de su restauración. Imagen tomada a fines de los años 30's

De sombrero y pantalones oscuros Don José Humberto Rosado Espínola frente a la Fachada Norte de la Casa de las Monjas antes de su restauración. Imagen tomada a fines de los años 30’s.

Misma fachada Norte del edificio de las Monjas durante los trabajos de restauración.

Misma Fachada Norte del edificio de las Monjas durante los trabajos de restauración.

El más poderoso Sr. de Uxmal  Chan Chac Kaa’k Nal (Serpiente roja de fuego) construyó el grupo de las Monjas y dedicó los templos: El templo Norte en 907 D.C. que aparece en esta imagen, el  Sur y Este en 906 D.C. y el Oeste en 908 D.C. en la estela 17 misma que aparece al  pie de la escalinata (lado derecho de la imagen),narra los eventos más importantes en la vida de este poderoso señor . Así mismo su imagen y sus textos alusivos a su gloriosa vida se muestran en las estelas números 11 y 14. Representado en la manera tradicional por los escultores mayas el personaje muestra gran dignidad tanto en el vestido como en el porte de la persona.
Fue  el gran arqueólogo inglés Sir Erick Thompson quien en una visita en Yucatán en 1975 divulgó que las fechas de dedicación de los templos arriba mencionados habían sido halladas en diversas cámaras del conjunto,en la parte superior de las bóvedas.

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A la derecha el Licenciado Rosado Espínola; a lo largo la fachada norte es simétrica, con su decoración Puuc consistente en celosías y casas tipo habitación maya sobre las cuales se encuentra un dios de la lluvia. Únicamente la parte central donde está el arco maya, único acceso ceremonial al grupo. Como puede notarse en la fotos antiguas, por las condiciones de vegetación los visitantes llevaban botas altas.

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Detalle de la fachada norte.

Lic. Humberto Rosado Espínola con sombrero duro en la mano (Sarakoff).

fachada Este de la Casa de las Monjas Uxmal dibujo de Frederick Carterwood

Fachada Este de la Casa de las Monjas Uxmal dibujo de Frederick Carterwood.

En cuanto a la piedra de cierre de la bóveda maya, que corresponde al templo Este de las Monjas, Franz Blom publicó todo el contenido en 1930, y Thompson en 1941, por el interés que tenía el grupo de las Monjas en los nuevos trabajos exploratorios, y con el objeto de recordar la fecha inscrita 906 A.D.

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fachada Oeste Casa de las Monjas(notar gran parte estaba derruida)dibujo de Frederick Carterwood

Fachada Oeste Casa de las Monjas(notar gran parte estaba derruida), dibujo de Frederick Carterwood.

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Otra sección Oeste de la fachada de las Monjas Uxmal dibujo de Frederick Carterwood.

Estos mismos arqueólogos, exploradores y restauradores yucatecos y mexicanos también intervienen el grupo de las Monjas, tal como son testigo las placas en bronce encontradas en las fachadas.

Así mismo son ellos quienes inician los trabajos de salvamento del llamado Palacio del Gobernador y la Casa de las Tortugas.

En 1956 el arqueólogo Alberto Ruz-L’Huillier está trabajando con escasos recursos durante la temporada de invierno en la pirámide del Adivino, misma que tenía todavía filtraciones, lo mismo sucedía con el edificio norte del Grupo de las Monjas, ante este peligro el arqueólogo se dirigió a sus superiores y visitó Uxmal el Secretario de Educación, quien asignó 20,000 pesos más para esos trabajos. Ante esta insuficiencia el arqueólogo hizo un reportaje periodístico, mismo que leyeron políticos e iniciativa privada de Yucatán y quienes se dirigieron al gobierno federal consiguiendo que la Secretaría de Bienes Nacionales aportara 100,000 pesos más para que el arqueólogo continuara trabajando hasta 1959 en Uxmal.

A partir de la temporada de 1970 el arqueólogo César Sáenz inicia un trabajo de limpieza del sitio, recogiendo, numerando y resguardando para su protección miles de piedras que todavía permanecían esparcidas entre la yerba y matorrales en toda la ciudad. Así mismo inicia también los trabajos de cortar yerba alta y pequeños arbustos que se encontraban en el sitio, dando así una imagen de continuidad a la visita de Uxmal. Entre los trabajos arqueológicos, el arqueólogo restaura el Juego de Pelota, mismo que como se ve en la imagen de abajo, estaba todavía en mal estado a pesar de que los trabajos previos habían hecho la restauración parcial, mas bien, trabajo de protección para evitar filtraciones en los muros. El arqueólogo recoge numerosas piedras que son anillos de serpientes emplumadas colocando parte de ellas sobre los muros y los grandes bloques donde se encuentran las serpientes entrelazadas, las muestra contra las plataformas adosadas a los muros. Así mismo hace la limpieza de la terraza donde se encuentra la Casa de las Tortugas y el Gobernador, mismas que también contenían vegetación. Pero sin duda alguna es su trabajo de la restauración de la Gran Pirámide el más impresionante de éstas cuatro temporadas de trabajo en Uxmal.

Lic. Rosado Espínola en Uxmal

Lic. Rosado Espínola, de cuclillas, en la Plataforma del Gobernador. Aproximadamente a 200 metros de distancia de la Plataforma del Gobernador, y paralela a ésta, se encuentra el grupo que mencionamos, del Adivino-Pájaros-Monjas. A lo largo de los años no se había restaurado absolutamente la fachada sur exterior del Patio de los Pájaros, ni la escalinata principal que se encuentra en esta misma dirección y que conduce al acceso ceremonial de las Monjas. Esta escalinata no sólo carecía de forma alguna, producto de los siglos de desocupación de la ciudad, sino porque también existía una rampa construida durante los años 30’s, (como puede apreciarse en esta imagen) misma que fue utilizada para llevar hasta el interior del patio los materiales para los trabajos de restauración previos. Así se rescató la escalinata de casi 80 metros de largo por 5 de alto, donde se encontraron 17 filas de escalones originales, así como otras piedras esculpidas, cerámica utilitaria, pedazos de objetos de obsidiana, pedernal, concha, etc.

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Imagen publicada por el Diario de Yucatán.

El Juego de Pelota de Uxmal

El Juego de Pelota de Uxmal. Al frente a la derecha el guía José Mercader Vado, en la década de los 60’s. También puede verse la falta de trabajos en el Juego de Pelota. Al fondo la Gran Plataforma sobre la que se encuentra la Casa de las Tortugas y el Gobernador. Es hasta la temporada de trabajos de 1986-87 que se hizo el primer gran intento de lograr una unidad arquitectónicamente visual de la parte central del sitio arqueológico de Uxmal, siendo esta parte la comprendida entre la Gran Plataforma del Gobernador, y paralela a esta, el conjunto Adivino-Patio de los Pájaros-Cuadrángulo de las Monjas, los trabajos estuvieron bajo la dirección del arqueólogo Alfredo Barrera Rubio, quién con un grupo de experimentados arqueólogos, entre los que se encuentran Lourdes Toscano, José Huchim Herrera, Tomás Gallareta, Gabriel Euán Canul, Carlos Pérez Álvarez, entre otros. Como mencioné anteriormente, estos trabajos le dieron cohesión a lo que los turistas visitan el día de hoy. Así mismo el arqueólogo Víctor Segovia Pinto se encargó como jefe responsable de trabajos específicos que mencionaremos más adelante. Divididos los trabajos acompañados de casi 150 albañiles, choferes, cocineros, cabos y otros ayudantes, atacaron los diferentes proyectos encomendados, así un grupo se dedicó a limpiar, estudiar y restaurar la fachada norte de la Gran Terraza del Gobernador que mide 150 metros de largo con una altura variable de entre 8 y 10 metros. Durante estos trabajos no solo se restauró sino que se estudió las diferentes épocas de construcción, materiales, y los anexos que fueron agrandando la terraza. Otro grupo trabajó intensamente en el Juego de Pelota, terminando de rescatar la estructura que había sido empezada a trabajar durante los años 70’s, recuperando anillos de serpientes emplumadas que permanecían bajo los escombros; y agregaron una réplica de uno de los anillos del mismo juego donde se señala la fecha de construcción del mismo, que corresponde al año 901 D.C. Así mismo reforzaron los alrededores de los muros cimentándolos, para evitar filtraciones y futuros derrumbes. Durante las excavaciones se encontró un anillo de cobre, uno de los pocos objetos metálicos hallados en la zona Puuc.

Don José Humberto Rosado Espínola a la derecha con pantalones oscuros, en edificio de las Tortugas antes de su restauración.

Don José Humberto Rosado Espínola a la derecha con pantalones oscuros, en edificio de las Tortugas antes de su restauración. Imagen tomada a fines de los años 30’s.

Palacio del Gobernador

Palacio del Gobernador.

Según el arqueólogo Jeffrey Karl Kowalsky, quien trabajó en el Palacio del Gobernador, el señor Chan Chac Ka’ak es mencionado en las inscripciones de este templo, y las fechas corresponde a las mima decena de años que encontramos por todas partes en Uxmal: ya sea en las Monjas 906-908, en el juego de pelota donde también el arqueólogo Ramón Carrasco encontró su nombre inscrito cuatro veces, una en cada lado de ambos anillos y las fechas 905-910, el Templo del Chimez, etc., y también en Kabah su nombre aparece en la plataforma ceremonial frente al Codz Pop.

Antigua entrada al sitio de Uxmal. Nótese el reglamento en el pizarrón. El precio de admisión – 3 pesos. La foto es de los años 70s con Willy Moguel de pie (+). Eduardo González con una cerveza en la mano y sobre la mesa un cartón de cerveza.

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En los años 30’s fué rescatada la estela que se encuentra en el costado norte de las Monjas dónde también leemos el nombre de Chan Chac Ka’ak, en ella econtramos también una biografía con los hechos más resaltantes de la vida de este gran señor, constructor de lo que hoy visitamos en Uxmal, Chan Chac Ka’ak, Serpiente Roja de Fuego.

Con motivo de la visita del Presidente Miguel Alemán, quién quedó impresionado de la ciudad de Uxmal, se envió un presupuesto especial para hacer 2 temporadas de trabajos en el sitio, que correspondieron a los años 1951 y 1952; el arqueólogo Alberto Ruz L’Hullier fue encargado de la supervisión se las obras y el trabajo a efectuar en las Monjas, la restauración del templo poniente del adivino correspondió a Rafael Orellana, la arqueóloga yucateca Amalia Cardos fue la encargada de los trabajos alrededor de la gran plataforma del Gobernador, así como de los pasajes del mismo templo. Finalmente correspondió al arqueólogo César Sáenz trabajar la gran terraza y el Palacio del Gobernador. Esta gran terraza, cuyas medidas dimos en otra parte, en realidad se trata de tres terrazas sucesivas que alcanzan 14 metros de alto. Sobre la misma terraza, justo enfrente del Palacio del Gobernador, se encuentra un pequeño altar de forma cuadrada con escaleras en los cuatro lados, dónde Stephens halló enterrado el jaguar bicéfalo.

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Trabajando en esta misma terraza el arqueólogo Sáenz halló una gran ofrenda enterrada, apenas a 50 centímetros de profundidad, y cuyos objetos estaban dispersos y parcialmente quemados. Es el mismo Stephens quién menciona que durante su visita a Uxmal, ésta gran terraza, y otras nivelaciones, servían a los habitantes para hacer sus milpas, por lo que muchísimas veces esta área fue quemada para los trabajos de preparación de las milpas. En fin, un total de 913 piezas se hallaron en esta gran ofrenda, entre las que destacan 12 vasijas, algunas de cerámica y otras de piedra, entre las cuales hay una en especial que contiene dibujos de dos personajes, la primera un señor de alto rango sentado y frente a él un segundo personaje ofreciéndole un objeto al dignatario, acompaña esos dibujos un texto que contiene 10 jeroglíficos; 9 grandes pendientes de jade, 14 cuentas de jade en forma de garapacho de tortuga, que serían parte de un collar; 19 piezas de pedernal entre los que encontramos puntas de flecha, puntas de dardo con las orillas aserradas, 4 cuchillos ceremoniales, así mismo se hallaron 4 fragmentos de navajas de obsidiana, 338 cuentas de jade, así como cuentas de piedra caliza, diversos objetos de concha, etc.

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Este gran tesoro arqueológico fue levantado e inventariado en el sitio por los arqueólogos. Y el jaguar bicéfalo fue donado por Don Francisco Vega, dueño de la hacienda para que se regrese a su lugar original.

Finalmente el Palacio del Gobernador, considerado por Sylvanus G. Morley como el edificio más hermoso de la América precolombina, con sus 98 metros de largo, 12 metros de ancho y 8.5 de alto, domina la gran capital Xiú.

Los primeros trabajos que se hicieron en el Palacio estuvieron dirigidos por Don José Erosa Peniche y Don Eduardo Martínez Cantón; y el último trabajo efectuado este mismo año de 2014 por el arqueólogo José Huchim Herrera, deja sorprendidos a los visitantes, ya que como era de todos sabido, la gran terraza donde se encuentra el Palacio resultó después de las excavaciones contener un templo muy parecido a la monumental arquitectura superior. El Palacio del Gobernador con sus 103 mascarones del dios de la lluvia que ondulan a lo largo de la fachada, grecas y celosías contiene un mosaico de un poco más de 20 mil piedras esculpidas.

La Gran Pirámide tal y como se mantuvo por siglos, nótese que en su base se encuentra un grupo de turistas, sobre la Plataforma del Palacio del Gobernador.

La Gran Pirámide tal y como se mantuvo por siglos, nótese que en su base se encuentra un grupo de turistas, sobre la Plataforma del Palacio del Gobernador.

La Gran Pirámide durante los trabajos de restauración, nótese a uno de los trabajadores subiendo los peldaños mientras lleva una piedra sobre la cabeza, y a otro trabajador vaciando una lata de cemento. Sólo la fachada Norte del edificio fue restaurada, el resto del mismo permanece cubierto de vegetación como lo ha estado por siglos.

La Gran Pirámide durante los trabajos de restauración, nótese a uno de los trabajadores subiendo los peldaños mientras lleva una piedra sobre la cabeza, y a otro trabajador vaciando una lata de cemento; así mismo los andamios tradicionales que sea han utilizado en Yucatán, son polines o delgados troncos de árboles y gruesas maderas sobre las cuáles caminan o trabajan los obreros. Hasta el día de hoy por su resistencia y flexibilidad son los preferidos por los arqueólogos durante las restauraciones. Sólo parte de la fachada Norte del edificio fue restaurada, el resto del mismo permanece cubierto de vegetación como ha estado por siglos.

Al restaurar la Gran Pirámide, el arqueólogo César Sáenz le dió al sitio de Uxmal una dimensión más profunda y completa, permitiéndole al visitante una vista magnífica de cómo fue la capital Xiú. Es importante subir la Gran Pirámide y observar la perspectiva del conjunto de la ciudad.

La decoración del friso de esta pirámide contiene diversas aves, mayormente guacamayas, en pleno vuelo, y grecas, lo que lo hace muy diferente a la decoración estilo Puuc-Mexicano que abunda en la ciudad. Las esquinas están decoradas con mascarones del dios de la lluvia, y son muy diferentes de los otros que decoran las fachadas de los edificios en la zona Puuc. Sobre este último templo existió otro encima, el cuál al derrumbarse, las piedras y mortero cubrieron enteramente esta pirámide. La parte superior de la recámara está casi completamente rellena de piedras y es de notar la presencia de un mascarón de Cha’ac utilizado como escalones para ingresar a lo que fue el oratorio, hoy relleno de piedras.

Casa de las Palomas UXMAL dibujo de Frederick Carterwood

Casa de las Palomas UXMAL, dibujo de Frederick Carterwood.

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Imagen publicada por el Diario de Yucatán.

Es en la temporada 1986-87 que el arqueólogo José Huchim Herrera y su equipo entre otros trabajos exploraron un grupo de akalchés u aguadas artificiales que recogen el agua de lluvia que cae sobre la ciudad. En los alrededores de la ciudad de Uxmal existen 21 akalchés. El arqueólogo Huchim y su equipo exploraron algunos de las 10 lagunas artificiales que existen al poniente de la ciudad, más allá del grupo del cementerio. En especial trabajó en la más grande llamada Chenchanakal.

Ya desde el área central Víctor Segovia notó que el piso de piedra tenía un declive de oriente a poniente por donde baja el agua para llenar los akalchés.

En sus estudios, el arqueólogo Huchim midió el akalché encontrando que tiene 3 metros de profundidad, que tiene un piso de piedra forrado de arcilla y que también existen diversos chultúnes donde se escurrirían las últimas gotas de agua en caso de una sequía prolongada.

En el día de hoy, agosto de 2014, el arqueólogo Huchim está trabajando en la subestructura donde se encuentra asentado el Palacio del Gobernador, esta plataforma tiene 122 metros de largo, 27 de ancho y 7 de alto. El proyecto debe durar 5 meses y se necesitarán varios años para cimentar y evitar filtraciones en el futuro.

Así Don Héctor Arana Cabrera, quien hacía los recorridos con los Fords destartalados a que se refería la Sra. Willard desde losRuinas de Uxmal años 20’s y posteriormente en jeeps traídos a la península después de la II Guerra Mundial, sabía a detalle las circunstancias del camino e iba preparado con suficiente agua, gasolina, machete, sogas, rifle, sartenes, ollas y equipo para acampar a lo largo del camino; Uxmal, Kabah, Labná, Sayil, y en ocasiones adentrarse hasta X’puhil, Becán y Rio Bec, para finalmente aparecer en el entonces pueblito de Champotón, e iniciar el camino a casa 10 o  12 días después. Un viaje de verdadera aventura, durmiendo en el monte, comiendo latería, galletas,  arroz y agua durante 15 días.

Luis Arana Bustillos

Luis Arana Bustillos, con machete en mano.

Pero lo más importante era que los turistas se convertían en verdaderos amigos y así regresaban o recomendaban amigos para venir a hacer esos inolvidables safaris, a Calakmul, permaneciendo en el campamento maderero durante la visita, o bien al Tabasqueño,  Dzibil Nokak, Hochob y tantos otros safaris como lo demuestran las mas de mil fotografías antiguas que Luis Arana Bustillos recibió de su padre y con las que espera hacer un museo comunitario en su pueblo, Muna. En el año de 2011 Luis entregó al INAH más de 200 objetos prehispánicos que también recibió al fallecer su papá. Así mismo conserva numerosas cajas de fotografías, papeles y cartas de personas y arqueólogos que hace muchos años se internaron con él en la selva de Yucatán. Pero lo más fascinante es enterarse que hace 50 o 60 años no había gasolinera en Muna ni en Ticul, ni en ningún otro poblado cercano, por lo que le enviaban en latas selladas desde Mérida las cantidades de gasolina que solicitaba y que era un objeto muy apreciado para los pocos vehículos que circulaban en los años 30’s y 40’s en la región. y ni decir que no había refaccionaria alguna en la región.

Sitio arqueológico Hochob, Campeche

Don Héctor Arana Cabrera

Don Héctor Arana Cabrera preparando la cena, diciembre de 1961

Pero esos antiguos guías exploradores no solo la hacían de choferes, ellos mismos preparaban los campamentos, cocinaban y la hacían de mecánicos cuando se necesitaba. Porque en esas expediciones, donde no había población alguna, necesitaban llevar refacciones, bandas, bujías, medicinas, tabaco y ron para las noches y sí, también hacer guardias en la noche mientras los turistas dormían.

Don Manuel Alejandro Escalante Marín nos dejó un escrito que a la letra dice así: «Un muchacho Arana en Muna tenía un Ford Modelo T de 1933. Inmediatamente hicimos la prueba y el carrito pasó la misma. El Ford se estiraba y se encogía con las piedras, y cuando nos trabábamos en el lodo, los mismos pasajeros se bajaban a empujar y se sentían aventureros a media selva. Era esta una aventura desconocida para ellos, y en el camino veíamos venados, armadillos, monos, serpientes de cascabel, faisanes y otro tipo de fauna tropical. Podíamos ir, bien apretaditos, 4 pasajeros, un guía, que generalmente era yo, y naturalmente Arana. La carretera estaba buena casi hasta Kabáh. Nosotros salíamos de Mérida en el coche de mi hermano Felipe y Arana salía desde Muna a las 4:30 o 5:00 A.M., y nos encontrabamos en Kabáh. En el camino que les he descrito, de Kabáh a Labná eran, fácil 5 horas a vuelta de rueda y a veces a empujones. Llegábamos a Labná alrededor de la 1:00 P.M., a almorzar los box lunches que llevabamos desde Mérida, debajo de los frondosos flamboyanes. Enseguida seguía un viaje de visita a las ruinas de Labná y Sayil. Arana llevaba un fogón de carbón para cocinar. Antes de prepararnos para la cena, arreglabamos los cuartos-dormitorios en uno de los templos. Lo primero era sacar con una vara a los murciélagos que allá habitaban. Luego de poner el número de hamacas necesarios, poníamos una cortina en la entrada de cada habitación, para evitar que entren de nuevo los murciélagos, y también para que las vacas que rondaban por allá no metieran sus hocicos y asustaran a los pasajeros. Dentro del equipo llevábamos, bien protegidos, platos de loza antiguos para la cena, cubiertos de plata pura, y dentro de la hielera con refrescos y cervezas, bien acolchonados iban dos sorpresas: 6 copas de champagne ya hechos «frapé» y una botella de Dom Perignon. Junto a uno de los templos, bajo un cielo tachonado de estrellas y una coqueta luna menguante brindábamos a media selva, con el mejor de los champagnes, mientras Arana nos cocinaba una rica cena. Este ‘Jungle Trip’, como lo llamábamos, viaje por la selva, era fuera de serie, inigualable e inolvidable. Los clientes nos decían que nunca habían experimentado nada igual, y lo llevaban impresos en los rollos de sus cámaras. El éxito del viaje era, sin duda, lo rudo con que se manejaba, ya se sentían genuinamente aventureros, la naturaleza desnuda viendo y fotografiando de cerca a nuestra fauna silvestre, con excepción de las víboras de cascabel, y el toque de extrema elegancia en el servicio. Y todo esto en medio de la ambientación de una antiquísima cultura. A pesar de que cobrábamos bien caro este viaje, era el más popular y teníamos reservaciones con seis meses de anticipación».

Pero el mismo Balam que años atrás había logrado abrir Chichen Itzá al turismo va a dedicar su ingenio y esfuerzo en la inhóspita región PUUC, cuando en 1953 pone en operación la posada UXMAL para que sus clientes puedan disfrutar de agua fresca, cervezas y alimentos en un ambiente agradable y limpio, con el toque mágico que caracterizaba a Don Fernando Barbachano Peón. En 1954 inaugura el Hotel Hacienda Uxmal, con extensos jardines, una huerta de árboles frutales y flores que servían para el hotel, piscina, bar, restaurantes y todo lo que pueda desear el visitante; él mismo diseña su arquitectura, pisos, herrajes y muebles.

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Señora Frances Swadener.

Puede decirse sin duda alguna que la señora Swadener fue quien materialmente hizo la hacienda Uxmal, desde la colocación de los cimientos hasta la decoración de los pasillos, comedores, y otros interiores, escogiendo los colores, los muebles y demás. Sus viajes diarios de Uxmal a Mérida al principio de la construcción eran fatigosos debido a que no existía un lugar para descansar o para comer. No existía ningún lugar para beber agua helada.

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La señora Frances Swadener con su personal de confianza Jetta Hansen, Sophia Gutiérrez de Ceballos, y parcialmente oculto, Manuel Ceballos Novelo.

La Gran Pirámide

La Gran Pirámide de Kabáh.

Así mismo crea en el jardín del hotel la Aldea Maya, para que los huéspedes puedan admirar a los artesanos trabajando en el telar de cintura, elaborar tejidos con hilos de algodón y henequén, o con sus manos ágiles elaborar en barro figuras de frutas, animales, ceniceros, ángeles, reyes magos, joyeros, etc., brillantemente pintados y con diseños de la Sra. Jetta Hansen de Gutiérrez mismos que hoy pueden encontrarse en todo el estado como cerámica de Ticul.

Además hizo construir las casas de los trabajadores como un pequeño pueblo pintoresco, con todas las casas bien pintadas, las calles limpias, árboles frutales y flores por doquier y se invitaba a los turistas a visitar las casas limpias.

Manuel Ceballos Novelo

Manuel Ceballos Novelo.

Sra. Frances Sweadener

Sra. Frances Sweadener.

Toda la responsabilidad caía en los hombros de la Sra. Frances Swadener, quien supo rodearse de gente que, como ella, amaba el hotel, como Manuel Ceballos Novelo, Antonio Bustillos Castillo, Hernán Hernández Cámara, Ramón González, Alfredo Moreno, y tantos otros que hacían posible una estancia muy agradable a los turistas individuales y de grupo que pernoctaban en el hotel.

El  Hotel Hacienda Uxmal desde el principio era el más elegante de Yucatán, originalmente el Hotel contaba con 17 habitaciones y ya hacia mediados de la década de los 60’s alcanza 80 habitaciones; y con una muy buena comida, al inaugurarse se trajo un chef extranjero que introdujo platos Hda. Uxmaldesconocidos en Yucatán, con guarniciones bien presentadas y las mesas debidamente adornadas: mantelería de Oaxaca, vasos de vidrio soplado, artesanías y flores en cada mesa. La siguiente cocinera fue doña Inés Cano, quien siguió la línea de su antecesor con un menú internacional: todavía recuerdo las delgadas rebanadas de berenjena remojadas en huevos y fritas en aceite hirviendo, o mi gran favorito, el steak suizo, la sopas frías de gazpacho, pescados, carnes y pollos que tanto me gustaban.

Son también los jóvenes que trabajan en el hotel durante los años 50’s que exploran la región frecuentemente ya sea yendo de cacería o visitando las cuevas, o descubriendo sitios arqueológicos como el de Mulchic. Todos ellos son jóvenes que crecieron cerca de Uxmal, ya sea de Santa Elena, Muna o Ticul, y que durante su infancia acompañaron a sus padres y abuelos en sus tareas en el campo, jóvenes como “Lera Farfán”, Antonio May, “El Tato”, Alfredo Moreno, y muchos más, cómo el barman del hotel, Fernando, buen amigo que siempre me invitaba a llevar al grupo a su casa en Muna. Cada vez que íbamos nos servía pequeñas empanadas de frijol doradas y horchata; naturalmente los niños del vecindario llegaban de improviso a participar en la fiesta, las fotos, la visita de la cocina, acostarse en las hamacas, los perros, gallinas, cochinitos, un verdadero carnaval. Así durante mis visitas a Muna debo decir que fui padrino de Hetzmek de varios de los niños del pueblo que ahora son adultos y me llaman padrino…

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Todos estos jóvenes llegan poco a poco a trabajar en el Hotel Hacienda Uxmal, primero al inaugurarse la sección llamada la Posada, en 1953, y al año siguiente el Hotel Hacienda Uxmal, ya sea en la panadería, cocina, jardines, lavandería y los más despiertos en la oficina, comedor y mantenimiento. Todos son ahijados de mi tía abuela Clemencia Espínola Gutiérrez, quien supervisa todo de todo e informa a la señora Frances.

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Pero también muy joven llega una señorita muy bonita y bien arreglada, su nombre es: Sofía Gutiérrez Otero, quién pronto se casa con su compañero de trabajo Manuel Ceballos Novelo, gerente de la recepción del hotel. Sofía es la encargada de la decoración, arreglo, supervisar que no falte nada, que todos los detalles estén en su lugar como flores, ceniceros, adornos, etc. Ella va y viene por los corredores siempre elegante, bien vestida, de vivos colores y grandes sombreros. Sofía es el adorno principal del hotel, siempre sonriente. Algunos años después al jubilarse la señora Swadener, Manuel es designado el nuevo gerente del hotel, nosotros lo llamábamos el Duque de Uxmal porque el siempre estaba muy serio y formal. Ellos permanecen durante décadas laborando en el hotel.

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Pero habían muchas personas trabajadoras que todos los días nos sorprendían por su inteligencia natural, como el “Cachuchas”, quién durante décadas hasta su jubilación fue el chef, y quien aprendió de los primeros cocineros y chefs internacionales que vinieron a trabajar al hotel, y a quienes sobrepasó por su gusto con las especies. Estoy seguro que era uno de los grandes cocineros de Yucatán durante esas décadas, ya sea de comida yucateca, nacional o internacional.

Para nosotros los jóvenes hambrientos la ración era especial, y así se asomaba al comedor e indicaba a los meseros cual plato, el más grande frecuentemente, era para Jorgito, y este otro para Fulanito o Menganito.

El Licenciado Rosado acompañado por alumnos de Tecnología Turística Total y dos amigos locales

El Licenciado Rosado en el sitio arqueológico de Kabáh, acompañado por alumnos de Tecnología Turística Total y dos amigos locales

Y que elegantes eran Ramoncito González y Pedro Moreno, quien según su turno, vestidos de filipina blanca con botones de oro, atendían la llegada de los clientes con gran cortesía y siempre muy amigables con nosotros los jóvenes.

Y así era también la recepción donde Antonio Bustillos Castillo o Antonio May, nos daban siempre la bienvenida a la llegada de los grupos que acompañábamos. Antonio, alto y sonriente, era un joven de origen maya que hablaba muy bien el inglés, francés y bastante alemán.

El hotel estaba prácticamente lleno durante todo el año, se puede decir que no había temporada baja, ya sea con la llegada de muchos turistas individuales y de los grupos que regularmente pernoctaban en el hotel. Además de estos grupos de pernocta venían numerosos grupos de congresos y convenciones italianos, franceses, españoles y norteamericanos, por lo que frecuentemente se instalaban dos buffettes cerca de la piscina para atender los almuerzos, afortunadamente las dimensiones del jardín así como los largos y anchos comedores permitían que los turistas se esparcieran evitando amontonamientos.

El jardín del hotel introdujo especies que eran desconocidas en nuestro Estado, pequeñas cómo: “Las tímidas”, pequeñas plantas cuyas hojas son parecidas al tamarindo, mismas que al ser tocadas el calor de la mano las marchita temporalmente, sólo por un minuto; orquídeas, así como plantas de la variedad de las suculentas, que asemejan rosas, begonias traídas de los humedales de Chiapas que siempre estaban en flor, así como muchas flores que eran desconocidas en Yucatán, pero que en invierno traían nuevas remesas con brillantes colores.

La Hacienda Uxmal siempre fue el hotel más elegante de Yucatán, inspiraba un aire de tranquilidad que solo cambiaba con la llegada de los grandes grupos europeos, espacioso de largos y anchos corredores con todos los cuartos mirando al patio central, hacían de su arquitectura el lugar ideal para pernoctar.

Pero como de costumbre a las 11 de la noche a más tardar todo estaba en calma, el ruido de las ranas en épocas de lluvias era lo único que rompía el silencio, mientras algunos clientes permanecían tomando la hach antes de ir a dormir, pero siempre platicando en voz baja para no molestar a aquellos tempraneros que exhaustos con la visita dormían plácidamente.

La salida del Sol hacía que esta tranquilidad desapareciera con los trinos de los pájaros que de todos colores despertaban a los turistas. Ya sea parados junto a las ventanas, o en las ramas de los árboles, siempre silbando, anunciando un nuevo día para tomar el desayuno y visitar Uxmal lo más temprano posible.

Durante los años 60’s comienza a operar otro hotel en las proximidades del sitio arqueológico, este es el Príncipe Maya Uxmal que ha cambiado el nombre varias veces, situado sobre una colina desde donde prácticamente se puede ver el sitio arqueológico a 2 kilómetros de distancia. Donde también tuvimos muchos amigos en todos y cada uno de los departamentos del hotel y disfrutamos tantas veces la gran piscina con vista al sitio arqueológico, amigos que todavía veo o visito cuando voy a Uxmal o a Muna, Santa Elena o Ticul.

En los años 70’s se inaugura el hotel Villas Arqueológicas Uxmal como parte del grupo Club Med, situado muy cerca del estacionamiento del sitio arqueológico. El gerente siempre fue un europeo, así como el chef, quienes vivían en el hotel con su familia. El concepto del hotel era muy diferente a la tradicional hotelería yucateca de cuartos grandes y amplias ventanas con mosquiteros. El Hotel Villa tiene cuartos chicos, minimalistas y un buen colchón sobre una cama de cemento. Cómodo pero diferente, con aire acondicionado y ventanas herméticamente cerradas.

Recuerdo la panadería francesa y los postres con mucha fruta natural y crema inglesa, o bien la sopa de cebolla, el coq au vin y croque monsieur, pescado en vino blanco y tantos otros platillos. Los olorosos cafés, ristreto y expresso. Y lo mejor, que nosotros los guías comíamos todos los postres y cafés que deseáramos. La verdad es que la gastronomía francesa es un gran placer, nadie lo niega. Para mi era una gran ventaja el hablar francés muy bien y comunicarme con los jefes en su idioma, eran más receptivos que cuando les hablan en inglés.

Pero lo mejor de todo es que disfrutábamos la vida sin prisas, pues es precisamente el guía quien lleva el paso y el grupo solo sigue, así sentados con los amigos conversando y bebiendo tazas de buen café el tiempo pasaba tutti contenti.

Naturalmente nadábamos en las piscinas, ¿cómo no ser guía de turistas cuando puedes disfrutar más que los turistas?. Ustedes se preguntarán, y ¿cuándo trabajaban?, y la verdad es que trabajábamos las 24 horas, pero lo disfrutábamos, así el trabajo no es trabajo.

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En época de lluvias, el tour a la zona Puuc era una verdadera aventura, un poco similar a lo que nos dice la Sra. Willard más arriba. La lluvia convertía el lodo en chicle  y frecuentemente era necesario bajarse del jeep y ayudar a empujar. Los tábanos eran implacables con turistas y guías. Se dejaba Uxmal después del desayuno y llevábamos box lunches y refrescos para almorzar en Sayil o X’lapak, al regreso hacia las 5 o 6 de la tarde no había nada más importante que un baño de piscina en el hotel y un cocktail antes de cenar y terminar un día perfecto en una cama confortable. Pero cuando se trababan los jeeps en el lodo, todo se dificultaba y el regreso al hotel se hacía como decimos en buen yucateco “Hasta que dios quiera», es decir, después de que los guías y turístas lograbamos sacar el jeep de entre el lodo chicloso. Algunas veces grupos de veinte turistas o más nos acompañaban en la travesía en 8 o 10 jeeps y si bien recuerdo siempre comentaban que esta aventura era la mejor parte de su viaje en México.

Héctor Arana Cabrera

Don Héctor Arana Cabrera

El safari de varios jeeps con grupos incluía además de Don Héctor Arana Cabrera a su hermano Omar y a su hijo Luis, así como a otros choferes. En los años 50’s y 60’s con la abundante vida vegetal que había en el estado era frecuente ver pavos de monte y venados a lo largo del sendero.

A principios de los años 60’s se descubrió el sitio de Mulchic, con una recámara llena de frescos en magnífico estado. Durante los próximos dos años, se organizaron tours también en jeeps, ya que el viaje en carretera nos conducía con dirección a Santa Elena y antes de llegar había que meterse por veredas en el monte. Finalmente el INAH clausuro el sitio y llevó los frescos para su restauración. Durante muchos años uno de los frescos de Mulchic estuvo en exhibición en el Museo de Mérida, este fresco muestra un combate entre grupos rivales, donde los jefes llevan grandes máscaras, vestidos suntuosos y joyas, mientras se ven docenas de jóvenes con escasa ropa combatiendo entre ellos.

Lejos están los tiempos cuando no había teléfono, y varias veces al día se enviaba un auto a Muna para solucionar los problemas diarios: avisar a Don Héctor que hay personas para Puuc, hacer una llamada a Mérida porque no llegaron las  reservaciones, o ir a comprar la fruta o el pan. En la imagen de Kabáh a la derecha observamos a Don Héctor y a Don Patricio, encargado en jefe del sitio, en el fondo la casa del vigilante.

Luis Arana Bustillos en la década de los 60’s. Durante los viajes frecuentemente los clientes también dormían en hamaca y mosquiteros, también un cobertor durante los meses de invierno debido a que en las noches el frío es muy intenso debido a la humedad y la condensación que ocurre en la península durante la noche. Debían dormir bajo techo de palma para evitar enfermarse por la cantidad de agua (sereno).

Juan Vázquez Casanova

Juan Vázquez Casanova

En el camino a Uxmal se visitaba la hacienda Yaxcopoil para admirar la casa principal, sus jardines bien cuidados con su estanque y caños de piedra, la cocina, cubierta de platos y vasijas mayas traídos de los cerros que están dentro de la propiedad, muebles antiguos en todos lados y su capillita. La casa de máquinas y bodegas con su bellísima arquitectura Neo Clásica, con esculturas de dioses griegos en piedra, maquinaria antigua de bronce y las grandes ruedas de hierro, todo en perfecto estado, incluso la máquina de vapor funcionaba. Naturalmente nos deteníamos a visitar el proceso de la raspa y secado de la fibra, que interesaba mucho a los viajeros, por lo que explicábamos todo sobre la siembra del henequén, cosecha, cambio de plantíos, corte y hasta la exportación de las pacas de fibra del oro verde, así como la fabricación de cuerdas, sogas y tapetes.

También se visitaba Muna, el convento de San Antonio de Padua, recorrer las calles que no estaban petrolizadas, las casitas de paja bien arregladas, y visitábamos a una familia en su casa, para mostrar cómo se duerme en hamaca, Lic. Rosado Baezalas fotos y risas a la orden del día, se visitaba la cocina para probar las tortillas calientes  con sal, hasta a los perros malixes les tomaban fotos o a las gallinas sobre las albarradas pintadas de cal y las señoras en la batea, todo era novedad y los clientes estaban muy contentos.

Si había fiesta en algún pueblo la parada tardaba más, las procesiones, los voladores, la entrada a la iglesia y si había vaquería se visitaba el coso de enramadas, los organizadores dejaban entrar gratis a los viajeros, que se llevaban fotos que nunca se imaginaron. Quizás lo que más admiraban era a los jóvenes vaqueros que metían y sacaban a los toros y la música de la charanga mezclada con el ruido de los voladores. Había dos hermanos, William y Manuel Moguel Castillo, quienes eran compañeros guías y su afición a los caballos los llevaba de vaqueros a muchas corridas en los pueblos, algunas veces prestaron sus caballos a los turistas y la fiesta se ponía mejor. ¡Qué buenos vaqueros fueron Don Manuel y Don William!

Hoy las carreteras no pasan por los pueblos, los visitantes hacen un tour impersonal, no se acuestan en la hamaca, no comen tortilla con sal. El Round Trip no les permite visitar Chichén Viejo, ni Balamcanché, ni bañarse en el cenote X’Toloc entre muchas otras cosas. Ya ni el Hotel Mayaland organiza la jarana y los viajeros se van sin probar el X’tabentún, ya no tienen contacto con nuestra gente, lástima.

En los primeros años de la década de los 70´s el periodista Luis Ramírez Aznar empieza una serie de viajes–exploración–reportaje en la entonces inhóspita región Puuc y publica en el Periódico Novedades de Yucatán, interesantes artículos, acompañados de muchas fotografías a color de los monumentos arqueológicos. Visitas sorprendentes al Pozo de Cha’ac cercano a Kabah o también al Pozo de los Vientos en Sabacché, así como la naturaleza de la zona. Muchos yucatecos conocieron de Uxmal, Kabah, y otros sitios arqueológicos de la zona por medio de las publicaciones en el periódico, posteriormente Don Luis recopiló estas publicaciones en un libro que lleva como título “Puuc”.

Durante los años 60’s se inaugura el hotel Príncipe Uxmal (Misión Uxmal) de la familia Cantarell, creándose la primera competencia turística en este destino; durante la administración del presidente Luís Echeverría se construye el hotel  Villas Arqueológicas como tercer lugar de hospedaje y ahora existen varios pequeños restaurantes y hospedajes de precios más económicos.

La región es muy interesante para el turismo moderno que busca explorar sitios no muy conocidos como son Oxkintok, Chacmulún, Sabacché, X’lapak, etc; existen numerosas grutas en la región y pequeños poblados con iglesias coloniales, así mismo en los alrededores de Uxmal existen muchas aguadas donde se reúnen los pájaros para beber agua y que son muy visitadas por los pajareros en la temporada de invierno.

Explorando Sayil, Yucatán

Explorando Sayil, Yucatán

Esta región es la más árida en la península de Yucatán, y aun así, durante el período prehispánico fue muy poblada, ya que cuenta con más de 150 sitios arqueológicos. El agua es todavía escasa y la región permanece semi desértica e inhabitada, ya que únicamente existen poblados a lo largo de la carretera antigua de Mérida-Campeche, esto se debe a que el agua se encuentra entre 60 y 100 metros de profundidad. Es quizás John Lloyd Stephens quien sufrió las más largas penurias por falta de agua durante su estancia en Yucatán, sus narraciones de las visitas al pozo de Cha’ac cercano a Kabáh, o al X’tacumbil Xu’naán, cerca de Bolonchén que nos ilustra cómo es hasta hoy la vida en esta región donde ranchos y sitios arqueológicos han restaurado los chultunes y akalchés para tener agua durante todo el año.

El pequeño pueblo de Santa Elena durante siglos nunca tuvo un crecimiento económico ya que únicamente dos autobuses hacen el servicio entre Mérida y Campeche por esta antigua carretera. Lo más notable eran las fiestas anuales del pueblo sobre todo el tercer fin de semana de enero cuando la Cabeza de Cochino recorre las calles acompañada de todo el mundo con músicas, voladores y cerveza en la mano.

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Recientemente varios extranjeros han puesto la vista en Santa Elena, una señora inglesa Valery Pickles, ha establecido su hotel-restaurante “The Pickled Onion”, mi favorito, y otros operan varios lugares como el “Flycatcher”, “El Cha’ac Mool”, “El Sacbéh”, «El Bungalows», etc,. y ahora afortunadamente otro extranjero ha sembrado una plantación de cacao en esta región que ahora produce el grano y ha abierto un bello museo que vale la pena visitar dedicado al cacao en el cuál nos muestran los antiguos utensilios que usaban los mayas para la fabricación del sabroso chocolate.

Lic. Jorge Rosado en Uxmal

Estacionamiento de autobuses en las décadas de los 60’s y 70’s, toda esta gran área es trabajada durante la temporada 1986-87 por el arqueólogo Víctor  Segovia Pinto, quien por su parte inició sus trabajos limpiando un área de 60 hectáreas, cortó la vegetación que no sería utilizada posteriormente, recogió las piedras diseminadas en esta área, y para la sorpresa de muchos, encontró que algunos de los promontorios eran unidades habitacionales completamente derruidas, así mismo descubrió un sacbé que corre en dirección oriente-poniente, varios chultúnes, así como parte del piso original empedrado que cubría toda esa superficie. De la misma manera el arqueólogo Segovia conservó abiertas áreas para caminar sembrándolas de zacate y grandes árboles de sombra, por lo que los turistas que visitan Uxmal agradecemos al arqueólogo Segovia su arquitectura de paisaje que nos hace cómodo el camino de salida del sitio.

Don Patricio Salazar, en cuclillas y con sombrero en mano

Don Patricio Salazar López, en cuclillas y con sombrero en mano, y su esposa Doña Candita de Salazar acompañada de una turista. Los jóvenes que aparecen en la fotografía son Rubén, el mayor, y Susano quienes son hoy trabajadores jubilados del INAH, y el esposo de la niña, la morena, Pedro Aguilar Rosado también es trabajador jubilado del INAH. Ya pasaron muchos años de esta fotografía de la década de los 50’s.

Don Patricio Salazar fue custodio jefe de la zona arqueológica de Kabah desde los años 40’s hasta su jubilación en los 80’s, y es padre y abuelo de otras generaciones de custodios en la península de Yucatán. Numerosas damas acompañaban a sus esposos en las aventuras por las selvas penínsulares, como vemos en la foto anterior. Notemos el calabazo para llevar el agua durante el viaje, la llegada de los turistas al interior de la península era un día de fiesta para los pequeños de la población que salían a la calle apenas escuchaban el ruido del motor de los automóviles.

Don Pedro Casanova. 2012

La responsabilidad de mantener la limpieza, cortar la hierba y arbustos, fumigar, mantener la seguridad y hasta la vigilancia nocturna de Uxmal entre muchas otras labores cayó inicialmente en Don Satur Santoyo, originario de Oxkutzcab. En esos años el encargado permanecía 24/7 en el sitio, cada dos semanas tenían un día libre  para venir a Mérida a cobrar sus quincenas.

Las mismas condiciones existían cuando su sucesor Don Nico Huchim tomó el cargo y hasta su jubilación. El siguiente encargado fue Don Pedro Casanova, quien estaba asignado a Kabah desde 1945, pasó a ocupar la jefatura de Uxmal en 1955 hasta 1985, para hacer lugar a Don Guadalupe Huchim, quien también logró su jubilación del INAH. Don Guadalupe es padre de uno de los arqueólogos más prominentes al día de hoy en la península de Yucatán, Don José Huchim, quien ha hecho grandes trabajos de restauración, no solamente en Uxmal sino en diversos sitios del área maya.

Don Pedro Casanova. 2012

Todos ellos pasaron su vida alejados de sus familias. Las navidades, años nuevos, cumpleaños y muchos eventos sociales debían pasarlos en el sitio. Originalmente sin luz ni agua, tenían que sacar el agua de un pozo profundo que existió frente a la Pirámide del Adivino. Las habitaciones usualmente consistían de una sola pieza de mampostería, y ellos mismos construían la cocina tradicional.

Gracias a la labor de todos los vigilantes y encargados siempre se mantuvieron los sitios accesibles, limpios y seguros. Muchos de estos trabajadores nunca recibieron reconocimiento alguno.

Héctor Arana Cabrera

Don Héctor Arana Cabrera nació en el pueblo de Muna, a principios del siglo XX, cuando la pequeña población apenas alcanzaba mil habitantes. La antigua casona familiar contra esquina del parque nos dice de la importancia que tuvo la familia en el pueblo, un lote grande y casona de techos altos.

De cara afable, pero siempre serio, cabello rizado y ojos muy azules; des estatura mediana y brazos fuertes, nada parecía preocuparle. Era un verdadero sobreviviente, como lo había demostrado durante muchos años de aventura.

De naturaleza tranquilo, acostumbrado a hablar en voz baja, se hacía escuchar y obedecer sin levantar la voz. Lo recuerdo en situaciones difíciles, que para el eran cosas sencillas, como estar atorado en el camino lleno de lodo, con tábanos picándonos sin piedad y todos empujando el jeep atascado; o bien al romperse una banda del generador del jeep en medio de la nada y herramienta en mano procedía a cambiarla sin mostrar enojo ni contratiempo.

Por otra parte su hijo Luis, tal como lo vemos en las fotografías es de sonrisa fácil, bromista y buen trabajador. Luis siempre tuvo gran admiración por su padre, socio, amigo y compañero de aventura, sabía muy bien sin tener que decirlo que dependían el uno del otro.

Fueron ellos los exploradores que llevaron a los primeros arqueólogos al buscar las ciudades mayas perdidas al sur de Yucatán, Quintana Roo y Campeche; como atestiguan numerosas cartas de agradecimiento suscritas por arqueólogos famosos y que Luis conserva como un recuerdo de pasadas y felices aventuras.

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Como puede verse en las fotos anteriores las partes posteriores de los jeeps están llenas de mercancías, gasolina, hamacas y pabellones, herramientas y refacciones, agua, una botella de ron para compartir con los compañeros en los parajes donde pernoctaban antes de dormir. Todo lo que se necesita para el viaje en una zona deshabitada y donde es imposible encontrar lo esencial. Solamente hay un lugar en el jeep para un turista y el chofer. Esto hacía que se necesitarán varios vehículos para efectuar los viajes de aventura de una semana o más tiempo. Esto hacía los tours bastante caros.

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Machete en mano Don Héctor corta las ramas del camino, cosa muy frecuente en los senderos de la península, donde hasta los campesinos a pié y Don Héctor saben por experiencia que siempre es más fácil cortar la vegetación tierna y delgada que esperar la próxima vez. En esta zona húmeda y sub tropical la vegetación crece con una rapidez que en un año se cierran los caminos que no se conservan cortando la vegetación, y hace imposible el tránsito hasta de personas y animales en los estrechos senderos. La zona Puuc es una región muy despoblada, y en la que a veces hay que recorrer decenas de kilómetros para encontrar algún pequeño pueblo. Los campesinos siembran el maíz de temporal, y esperan que una buena temporada de lluvias logre su cosecha. A pesar de que escasea el agua los campesinos saben donde permanecen los akalchés (lagunas artificiales) con agua durante prácticamente todo el año y cercano a ellos tienen sus colmenas para la producción de miel y cera de abeja, esta cosecha del dulce y cera representa muy frecuentemente el dinero en efectivo para las compras de lo que necesitan el próximo año. La Península de Yucatán es una gran exportadora del dulce y otros productos relacionados a nivel mundial, pero sobre todo hacia el mercado europeo. Los grandes compradores visitan la península frecuentemente para pactar las ventas por adelantado de las cosechas a futuro.

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El asiento del jeep era removido para cocinar cómodamente; Don Héctor sabía ingeniárselas para tener un poco de confort en un viaje lleno de incomodidades. ¿Cuál es el menú del día? Pero no importaban las privaciones ni las penalidades del camino, los visitantes disfrutaban cada uno de los momentos pasados entre la selva y los sitios arqueológicos, escuchando las historias, algunas verdaderas, que Don Héctor,  Don Luis o Don Omar les contaban a lo largo del camino. Muchos turistas regresaban a Yucatán para nuevas aventuras, y siempre les traían regalos como muestra de amistad a sus amigos, los que habitaban en el monte. Algunos de ellos decían que habían experimentando por las noches la visita de los aluxes, que les jugaban bromas o les mecían las hamacas despertandolos, pero ninguno de ellos nunca logró tomarles una fotografía.

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La agilidad de Don Héctor le permitía subir hasta lo alto de las pirámides para poder mostrar a los pasajeros la belleza del paisaje arqueológico, aunque no se habían restaurado las ciudades, y las piedras frecuentemente rodaban hacia abajo como es el caso de Pac Chen, sitio arqueológico hoy perdido en la zona Puuc, que no ha sido visitado durante muchos años. Casi doscientos sitios arqueológicos existen en la zona Puuc. Stephens visitó muchos de ellos y frecuentemente lo hacía a pie porque no era fácil encontrar agua para los caballos.

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Los campamentos de los custodios de los sitios arqueológicos, o de los campamentos madereros y chicleros eran los lugares ideales para pernoctar por la seguridad que los establecimientos ofrecían. Era muy importante mantener las amistades a lo largo de las rutas con estos amigos custodios o capataces de los campamentos, por lo que siempre llevaba pequeños regalos que tanto se aprecian en estas lejanas partes como un paquete de cigarrillos, una botella de ron, un buen cuchillo o un molino para carne. En la región Puuc los sitios intervenidos por el INAH, todos tienen chultunes y/o akalchés para proveer de agua a los vigilantes. Los vigilantes de los sitios alejados tienen sus descansos una vez cada dos semanas y de regreso llevan cargando las mercancías que van a consumir durante ese tiempo, naturalmente cuando Don Héctor los encontraba en el camino, lo menos que hacía por ellos era subir al Jeep la pesada carga, y si había algún lugar disponible llevaba a la esposa y niños hasta su destino en medio de la nada.

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Preparándose para el viaje, Don Héctor y Luis Arana.

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¡Salud! Que gusto llegar a un poblado donde podía encontrar una cerveza fría antes de proseguir el camino.

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Presumiendo el auto nuevo, y como aparece en la fotografía pintado en tinta, las iniciales del nombre de su propietario Héctor Arana Cabrera.

Don José Humberto Rosado Espínola a la derecha, de pantalones oscuro, en la Casa de las Palomas.

Parte superior izquierda, Don José Humberto Rosado Espínola en la Casa de las Palomas.

Jetta Hansen en la Hacienda Uxmal.

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ATENCIÓN PARA LOS VIAJEROS QUE SE DIRIGEN A UXMAL, PEDRO TIENE SU TIENDA EN LA PARTE MÁS ALTA DEL ESTADO DE YUCATÁN, JUSTO A UN LADO DE LA CARRETERA, PERO RECIENTEMENTE TERMINO DE CONSTRUIR UN CUARTO CON LA VISTA MÁS BELLA DEL ESTADO, YA QUE DESDE ESTE PUNTO SE PUEDE ADMIRAR LA REGIÓN PUUC Y EN ESPECIAL SE DISTINGUE EL SITIO ARQUEOLÓGICO DE UXMAL. QUE VISTA.

Lic. Jorge Carlos Rosado Baeza.
Para los alumnos de Tecnología Turística Total, A.C.

12 comentarios
  1. Esa foto donde sales en hamaca me encanta!

  2. Jorge you are a wealth of information I so enjoy reading your stories and what fabulous photos

  3. juan pablo cancino permalink

    buen día, para contactarlo como le podría hacer… mi papá Don Wilbert Cancino y difunto abuelo Don Carlos Cancino también aportaron muchas cosas al turismo de aquel entonces. mi abuelo tomo parte en primeras excursiones de arqueólogos y mi papá es pionero en las artesanías de tallado en madera que ahora siguen muchísimas personas en Muna… actualmente vivimos en Cancun. mi correo es jcancino_romero@hotmail.com… le agradezco y que pase excelente día. también tenemos muchas fotos.

  4. Walter Omar permalink

    Muy bonita pagina: es posible encontrar fotos de la fachada norte del edificio sur del cuadrangulo de las monjas en linea. Saludos Felicitaciones Buen trabajo!!

  5. Ruben permalink

    Buen día, le felicito por su excelente historiografía sobre los sitios turísticos de Yucatán. Pienso que sería muy importante si pusiera las referencias bibliográficas de sus fuentes, aunque al parecer existen muchas anécdotas personales. Me sorprendió mucho ver la fotografía de mi bisabuelo Patricio Salazar, creo que esa foto no esta en los archivos de mi familia. Me gustaría mucho contacterme con usted, tenemos algunas fotografías antiguas de los sitios arqueológicos para compartir. Mi correo es kadiphonek@hotmail.co.uk , saludos y felicidades nuevamente!

    • Estimado Rubén, tuve el gusto de conocer a tu abuelo en 1961, cuando era el jefe de la zona arqueológica de Kabah, así mismo a algunos de sus hijos como Rubén y la Morena.

      La foto que en que aparece la familia son tus tíos y abuelos, me la proporcionó Luis Arana, hijo de Otto legendario turistero, Don Héctor Arana.

      Cuando subo imágenes proporcionadas por otras personas, me gusta poner siempre el nombre de la persona que nos la proporcionó.

      Por lo que se refiere a los comentarios , muchos de ellos son de carácter personal, y los demás siempre pongo la fuente.

      Puedes contactarnos en jorgerosadottt@gmail.com

  6. Sergio Monroy Tello permalink

    Felicidades por este excelente sitio sobre la Historia del Turismo en Yucatán. Hay un gran aprecio por conservarla y difundirla, lo que hoy nos permite a muchos admiradores de la cultura Maya, conocer desde una perspectiva humana el desarrollo de esta región. Visito frecuentemente este sitio, ya que estudiamos la posibilidad de sembrar cacao en Yucatán y no quiero pasar por alto hacer este comentario.

    Citando a Lope de Vega, «Lo bueno, hecho con amor, doblemente bueno»

    FELICIDADES!!!

    Saludos desde Colima, Colima

  7. Ericka Ceballos permalink

    Le enviare esta pagina a mi tia Jetta! GRACIAS! Que hermosos recuerdos de los Arana. Los viajes con ellos en caravana por la zona Puuc eran toda una experiencia y realmente aventureros. Ese encanto por desgracia ha desaparecido con las carreteras y la modernizacion de Uxmal y la zona Puuc… Era una experiencia unica que siempre estara en mi corazon! Gracias por mencionar a mi mama Sophia Gutierrez que era la administradora (y tambien decoradora de todo el hotel). Ella fue quien entreno al personal dentro y fuera del hotel en todo el sentido de la palabra. Ella y Jetta fueron las que empezaron con la Hacienda Uxmal antes que que funcionara como hotel. Aah, Victor Segovia, Beto y todos sus hermanos, Carlos Camara, Cesar Mendez, Burgos y todos los demas guias, Lera y Marta, Tato, Antonio May, Beto Bonilla, Dona Lolita, Dona Ines, Cachucha, etc. etc.etc. Que hermosas memorias tengo de todos ellos. Fue una epoca maravillosa! Como les extranio!

  8. Hola Jorge, espero tu y Joanna y fam este muy bien. Saben si Hernan Hernandez sigue vivo y como comunicarse con el? Cordiales abrazos desde Canada! Cuidense mucho! Ericka

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