CHENES

A principios de la década de los 70´s, un grupo de amigos organizamos un viaje de aventura, aunque el camino estaba petrolizado lo angosto de la carretera nos hacía más lento el viaje, pernoctamos en el antiguo pueblo de Iturbide que es todavía el fin del camino, recuerdo vagamente el sitio en ruinas cubierto de espesa vegetación, con pequeños fragmentos de las estructuras maya que sobresalían de este inmenso mar verde que cubre la parte norte del Estado de Campeche.

El lunes de carnaval de 2011 Salí en compañía de mi hijo Luis Carlos a visitar algunos sitios arqueológicos que había visitado 40 años antes. Al dejar Mérida llenamos el tanque y adquirimos agua, cocas, y una buena dotación de charritos. Así nos dirigimos hacia Uxmal, y continuando la vieja carretera hacia Campeche pasamos por Sta. Elena, Bolonchén, y Hopelchén, ya entrados en la arquitectura tipo Rio Bec. Con sus Grandes Mascarones como atractivo principal; aproximadamente 10 minutos después de pasar Hopelchen, vimos el señalamiento al sitio EL TABASQUEÑO. El camino sin petrolizar de un poco más de 2 Kms. Finalmente nos recibió el vigilante del INAH, el sitio ha sido remodelado parcialmente, pero se distinguen alrededor de 20 pirámides que no han sido restauradas, la disposición de los monumentos alrededor de plazas céntricas recuerda la vecina arquitectura Puuc. Entre los monumentos restaurados aparece una alta torre cuadrada de 5 Mts. de altura, misma que asombro por su belleza simple al arqueólogo Paul Gendrop que fotografió en los años de 1950´s. cerca de la torre cuadrada se encuentra al grupo principal de este sitio, sobre una terraza artificial de poco mas de 2 metros de altura;  sus dimensiones son: 100 Mts. de largo por 60 Mts. de ancho, sobre el piso se encuentra una gran cantidad de piedras con vestigios de color rojo, así como pedazos de estuco con el mismo color, muchas secciones tienen el estuco adherido al piso, y otros con vegetación que nos recuerda como estaba el sitio.la mayor parte de los templos que rodean el patio han sido consolidados El templo principal está situado sobre una construcción base decorada con angostos escalones de unos pocos centímetros de ancho, que son una forma de decoración típica de la Región Rio Bec, ya que son imposibles subir por ellos. Finalmente a lo alto está una recámara con una fachada decorada con un mascarón del Monstruo de la Tierra. Una fachada verdaderamente exquisita que se halló en buen estado de conservación. El Tabasqueño fue dependiente de la gran metrópolis cercana Santa Rosa Xtampak y su florecimiento ocurrió hacia 800 después de Cristo.

Falta mucho por hacer pero la visita es bella, la naturaleza verde, se han hallado 18 chultunes en el sitio para aprovisionarse de agua.

Una hora después continuamos nuestro camino hacia HOCHOB, después de 30 minutos de andar en una carretera petrolizada, entre campos ahora cultivados, que cuentan con sistemas de riego, llegamos a la casa del vigilante, se observan algunos templos sin restaurar completamente, antes de acceder al grupo principal, mismo que se halla sobre una colina natural cuya parte superior fue aplanada para dar lugar al conjunto habitacional y religioso más importante, después de subir 70 escalones nos encontramos frente al templo del mascarón famoso una sorpresa que nos hizo olvidar cualquier hambre, fatiga o sed. Su belleza como pueden ver en las imágenes contaba con una crestería o peineta (adorno sobre el techo) existió un segundo templo con mascaron pero su decoración se ha caído casi totalmente y únicamente permanecen In Situ algunos elementos decorativos, entre las que se encuentra una terraza anterior imitando una gran mandíbula saliente del monstruo (justo delante de la puerta o boca) con dientes, pedazos del mosaico o mascaron y 2 pequeñas mascaras de Chaac. En el interior de la recamara a cada extremo existen grandes bancas – plataformas ceremoniales con una columna y nicho en la parte central interior. Y otros arrumbados para quizá nunca ser rescatados. Estas estructuras con los mascarones son parte de un grupo de 8 edificios que rodean el patio en la cima de la colina, de aproximadamente 30 Mts. por 60 Mts.

La pequeña pirámide cercana, justo en la esquina conserva su fachada decorada por angostos escalones de solo 6 Cms. de ancho (como en El Tabasqueño). Otra pirámide cercana conserva su crestería o decoración sobre el techo en buen estado. Pero el templo justo al acceso por el que entramos está derruido y cubierto de árboles, es dramático por la vegetación que cuelga de él. Y antes de descender una última pausa para ver el conjunto y despedirnos del mascarón. En los años 40´s – 60´s estos mascarones atrajeron muchos turistas de aventura a la península, en los safaris que conducía Don Héctor Arana Cabrera.

Durante 800 años Hochob estuvo ocupado por los mayas, una pequeña ciudad dependiente del poder de Santa Rosa Xtampak o quizás de Dzibilnocac. Ya que por su situación geográfica debió cambiar de manos según el apogeo político militar de estas 2 capitales.

El esplendor de Hochob sucedió en la misma época que las ciudades del Puuc, entre 850 y 1,100 después de Cristo. Época en la que erigen numerosos templos en la Península de Yucatán. Más al sur del estado la gran ciudad de Calakmul era sin duda el eje central político de lo que son hoy los estados de Campeche y Quintana Roo.

Es deber mencionar que los trabajos en el estado de Campeche realizados durante los últimos 30 años fueron obra por el arqueólogo Ramón Carrasco y su grupo de colaboradores, arqueólogos, ingenieros, albañiles, cucharas y medias cucharas.

Ya hambrientos y sedientos a las 2 de la tarde, nos dirigimos hacia el heroico pueblo de Iturbide, donde nos detuvimos a comprar 2 botellas de agua helada y una bolsa de Charritos; ¿qué haríamos los yucatecos sin charritos? Al llegar a la plaza principal del pueblo nos encontramos que las defensas construidas durante la guerra social en 1848, estaban todavía como hace siglo y medio. En cada esquina de la plaza una construcción fortificada redonda con agujeros para fusiles; construido con piedra y mortero. El Palacio Municipal clásico en toda la península, con columnas de piedra y corredores anchos; solo uno de los arcos permanece abierto mientras el resto fue cerrado con muros y utilizados para proteger a los fusileros que defendían la plaza del pueblo. Enfrente del palacio y de por medio el parque, está la iglesia del pueblo, y justo junto a ella una pirámide maya convertida en fuerte y mirador para localizar, posibles atacantes durante la guerra social.

En la esquina de la iglesia tomamos el camino de solo 200 Mts. fuera del pueblo hasta Dzibilnocac. Antigua capital regional maya, docena de poblados dependían de ella; donde finalmente llegamos a las 2:30 P.M.

El primer asentamiento maya en el lugar data de 50 años antes de Cristo, es en el antiguo asentamiento que se fue modificando frecuentemente, seguro sirvió de centro principal de la ciudad donde habitaban los gobernantes, sacerdotes y altos militares. Se erigieron templos y pirámides religiosos siguiendo el plano arquitectónico de plazas centrales rodeadas de construcciones, grupos interconectados (no separados del conjunto). Grandes pirámides y estructuras pueden verse de cerca (pero no hay acceso) todo por restaurar. Hay que mencionar que todo el pueblo colonial conocido como Iturbide esta asentado sobre la ciudad precolombina y que en los patios y solares de las casas se encuentran numerosos edificios, plataformas y otros vestigios mayas como entierros, chultules, cerámicas etc.

El edificio A1 es el objeto de nuestra visita, único en su arquitectura, construido originalmente entre 600 – 800 de nuestra era sufrió anexos y modificaciones frecuentemente. Primero que nada los constructores levantaron una terraza baja de algunos peldaños en la cual a lo largo de 76 Mts. y 30 de ancho construyeron este conjunto A1. O sea: tres torres con templos y adoratorios pegados unos a otros creando una unidad arquitectónica.

Solamente la torre que está más alejada esta restaurada hasta el día de hoy, es un concepto bello por muchas cosas: I el cuerpo de la torre es sólido y su fachada de angostos peldaños de algunos centímetros es imposible de subir; II en lo alto de la torre esta el templo cuyos 4 lados están decorados con mascarones de el monstruo de la tierra y en las esquinas mascarones sobrepuestos del dios de la lluvia Yuum chaac; III solo una de las fachadas (la principal) cuenta con una gran puerta, que hace de Boca o ingreso a la cámara ceremonial; IV las otras 3 fachadas aunque tienen los demás rasgos del llamado Monstruo de la Tierra, la boca o puerta solo están señaladas con un fino marco de piedra. V los arqueólogos han identificado a este Monstruo de la Tierra con Itzamná el dios creador.

Finalmente esta torre, se halla en el extremo oriente del conjunto, es parte del mencionado de 70 Mts. de largo, en el cual existen 2 otras torres, la central (que fue la más alta) y la occidental, así como bóvedas todo esto por restaurar.

Finally Carlos tomó muchas fotos, buen recuerdo porque no tenía ninguna de mi visita olvidada. Dos horas después cansados pero felices llegamos a Sta. Elena donde la Tía Valery nos dio cobijo, un chapuzón en la alberca, cena caliente y a dormir cómodos en el Pickled Onion.

Al día siguiente después de desayunar, una visita a Kabah, y en especial desde lejos vimos la cocina del palacio que estaba siendo restaurada por el Arq. José Huchim. Y de regreso a Mérida.

Lic. Jorge Carlos Rosado Baeza.
Para los alumnos de Tecnología Turística Total, A.C.